sábado, 28 de noviembre de 2009

viernes, 27 de noviembre de 2009

estadistista.


Según esta gráfica, en la cual la barra gris pertenece a primaria y la negra a la Eso. podemos comprobar que donde normalmente se producen estos problemas son en primarias mas en el patio y en la Eso en clase.
Se iguan a un 10% en otros lugares.

En cuanto a quienes lo ejercen, ambas barras están igualadas, destaca un porcentaje más altos los chicos.

Conducta del profesorado ante acoso


Centrándonos, en el acoso hacia los alumnos, y en las estadísticas tomadas mas reciente.
Podemos observar que cuando se produce un problema, normalmente se dan cuenta a tiempo, para poder solucionar, otra parte no se entera y otra no se quiere enterar.

Actualmente, podemos contar con muchas asociaciones que se hacen cargo, de estos problemas y que intentar erradicarlo de la sociedad.

Agresiones al profesorado



Los docentes son la otras víctimas colaterales del mobbing o también denominado bullying. Uno de cada cuatro profesores han sido víctimas de actos de violencias psíquicas o físicas en los centros escolares.


Estas actitudes han sido normalmente ocasionadas por los alumnos, y en segundo lugar padres de estos.





La impotencia y indefensión que siguen multitud de profesores, hacen que miren para otro lado, se ven impotentes e incapaces de imponer normas.





Ante esto muchos profesores, "tiran la toalla" renuncia a su labor educativa. Se encuentran presos de un sistema educativo en el que todo conspira a un orden, una disciplinas.


a ello se le une el poco apoyo por parte de los centros y la falta de consideración social y de respeto por la profesión.

Un claro ejemplo sobre el trato de los profesores, como muestra la foto, en años atras 60/80 los profesores eran considerados como personas muy respetuosas, nadie se atrevia a hablar en las aulas, se caracterizan por miedo hacia ellos.
Actualmente, todo esta visión es cambia, el respeto es menor y el "miedo" por así decirlo también.


Donde y como ocurre el acoso


Normalemtete el acoso escolar ocurre en las escuelas. Como se trata, en su mayoría, de un acoso invisible para los adultos, los profesores difícilmente tendrán conocimiento de lo que está sucediendo.

El agresor acosa a la víctima en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el patio, reservando sus acciones durante la ausencia de mayores. En algunos casos, el acoso sobrepasa las paredes del colegio, pasando a ser telefónico e incluso por correo electrónico.

El bullying puede ser sexual, cuando existe un asedio, inducción, y abuso sexual; puede tratarse de una exclusión social cuando se ignora, se aísla y se excluye al otro; puede ser psicológica, cuando existe una persecución, intimidación, tiranía, chantaje, manipulación y amenazas al otro; y puede ser física, cuando se golpea, empuja, se organiza una paliza al acosado.

El agresor tiene un comportamiento provocador y de intimidación permanente. Posee un modelo agresivo en la resolución de conflictos, presenta dificultad de ponerse en el lugar del otro, vive una relación familiar poco afectiva, y tiene muy poca empatía.
Según los expertos criminalistas y psicólogos, un niño puede ser autor de bullying cuando solo espera y quiere que hagan siempre su voluntad, cuando le gusta probar la sensación de poder, cuando no se siente bien o no disfruta con otros niños, si sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en casa, en la escuela o en la familia, cuando es frecuentemente humillado por los adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades. Los agresores ejercen su acción contra su víctima de diversas formas: les golpean, les molestan, provocan, acosan con empujones y golpes, les nombran de una forma desagradable o despectiva, les generan rumores, mentiras o bulos, les aíslan del grupo, les ofenden y les anulan.

Las víctimas son niños que no disponen de recursos o habilidades para reaccionar, son poco sociables, sensibles y frágiles.

Papel de los padres


La intervención de los padres, tanto del acosado como del acosador, frente a la ocurrencia de este fenómeno es fundamentalmente necesaria.

Cuando tu hijo es la víctima

En el caso de que los padres sospechen de que su hijo es un acosado o víctima de bullying, no le diga que se ocupe de solucionar sus propios problemas. Es sumamente positivo que establezcas un canal de comunicación y de confianza con tu hijo para que él se sienta cómodo en hablar contigo acerca de todo lo bueno y lo malo que esté viviendo.



Es aconsajable


1- Investigue en detalle lo que está ocurriendo


2- Póngase en contacto con el profesor


Cuando tu hijo es el acosador

Es muy difícil para muchos padres el reconocer algo negativo en la conducta de sus hijos, por eso es muy importante, cuando se detecta el caso, que ellos trabajen directamente con la escuela para resolver este problema, de una forma inmediata, ya que normalmente el problema de una mala conducta suele crecer como una bola de nieve. Lo que jamás deben hacer los padres del acosador es usar la violencia para reparar el problema.

Consecuencias


Las consecuencias del bullying son incalculables para la víctima y para el agresor.


A pesar de la creencia extendida de que los centros escolares situados en zonas menos favorecidas son por definición más conflictivos, lo cierto es que el bullying hace su presencia en casi cualquier contexto. Respecto al sexo, tampoco se aprecian diferencias, al menos en lo que respecta a las víctimas, puesto que en el perfil del agresor sí se apreciapredominancia de los varones.


Para la víctima

Las consecuencias del acoso escolar son muchas y profundas.

- baja autoestima

- actitudes pasivas

- trastornos emocionales

- problemas psicosomáticos

- depresión

- ansiedad

- pensamientos suicidas, etc.


También se suman a eso, la pérdida de interés por las cuestiones relativas a los estudios, lo cual puede desencadenar una situación de fracaso escolar.



Algunos estudios indican que los ejecutores pueden encontrarse en la antesala de las conductas delictivas. También el resto de espectadores, la masa silenciosa de compañeros que, de un modo u otro, se sienten amedrentados por la violencia de la que son testigos, se siente afectado, pudiendo provocar cierta sensación de que ningún esfuerzo vale la pena en la construcción de relaciones positivas.


Para el agresor
Dificulta la convivencia con los demás niños, le hace actuar de forma autoritaria y violenta. Normalmente, el agresor se comporta de una forma irritada, impulsiva e intolerante. No saben perder, necesitan imponerse a través del poder, la fuerza y la amenaza, se meten en las discusiones, cogen el material del compañero sin su consentimiento, y exteriorizan constantemente una autoridad exagerada.